Cambios en tu cerebro por comer chocolate


Debido a su alto contenido en antioxidantes, comer chocolate tiene varios beneficios a nuestro organismo, y de manera particular para el cerebro, como lo muestran diversos estudios. 

  Beneficios para tu cerebro
Del correcto funcionamiento de nuestro cerebro depende el del resto de órganos y del cuerpo, debido a que está encargado de transmitir información e impulsos nerviosos para controlar y coordinar las funciones de forma efectiva, así como la cognición, memoria y aprendizaje. Y es justamente en este sentido, que comer chocolate puede influir en su rendimiento:

  Mejora su oxigenación.
Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard y el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento, beber dos tazas de chocolate permite una mejor circulación hacia el cerebro, por lo que se oxigena de manera adecuada. Aumenta la retención y memoria a corto plazo. Luego de comer chocolate, explican los investigadores de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, aumenta la velocidad de respuesta de la memoria de trabajo, que permite retener información como dígitos o palabras durante un lapso corto de tiempo y mejora las habilidades cognitivas.

  Brinda satisfacción.
Cuando comemos chocolate, en nuestro cerebro se activan determinadas zonas, como las de recompensa, debido a la producción de encefalinas, por lo que su consumo puede incluso ser adictivo. Estas zonas, destaca un estudio de la Universidad de Míchigan, son las mismas que se activan con algunas drogas.



  Antidepresivo
La feniletilamina, compuesto del chocolate que llega al cerebro, desencadena un estado de euforia y bienestar al comerlo, similar al efecto que tienen sus alcaloides sobre el sistema nervioso, por lo que es considerado un antidepresivo natural ya que se liberan endorfinas y serotonina.

  Antiinflamatorio.
Investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) aseguran que el consumo de chocolate previene algunas enfermedades cerebrovasculares, como el derrame o la apoplejía, según un estudio publicado en el último número de la revista Neurology.

fuente y credito a lapatilla

Comentarios